Me acosté sin tener mucho sueño. Por ese entonces tardaba hasta media hora en acostarme y tenía mucha calor aún siendo un día muy frío y lluvioso. Estuve durante una hora pensando en mis obligaciones, temores, alegrías, el futuro, cosas que se suelen pensar mientras se está acostando una persona en su cama o cualquier otro lugar.
Mi sensación de calor era abrumadora porque sentía que algo había en mi cuarto. Los ojos los tenía cerrados y nunca los abrí, sentía que en la pared había algo pero no era material. Me quedé medio dormido y en la letanía escuché un susurro de una niña pequeña que decía: ayuda y repetidamente ayuda y a continuación decía: no, no....y desaparecía la voz y conseguí acostarme a la hora con un miedo increíble.
A la mañana siguiente me desperté a las 7 de la mañana y mi padre me preguntó por mi hermana y yo le respondí con un ademán de negativa. Mi hermana no estaba en casa y era extraño porque la pared donde pensé que había algo era la que entraba en el cuarto de mi hermana. A los 10 minutos tocaron a la puerta y era ella. Yo le pregunté que si había escuchado una niña y ella sorprendida me dijo que la había visto y que por eso se había ido a la casa de un amigo a dormir.
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